El déficit cualitativo presenta una reducción entre los censos de 2001 y 2010. Esta reducción se da en el marco de un importante crecimiento del número de hogares (+21%), lo cual amplifica su importancia.
DESAGREGACIÓN DEL DÉFICIT HABITACIONAL CUALITATIVO
Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC (2001 y 2010).
El primer componente del déficit es el que señala las carencias en materia de infraestructura básica, donde se registran los hogares que no cuentan con red pública ni de agua potable ni de cloacas. Se trata de una deficiencia de urbanización, un déficit de la ciudad y no de la vivienda, y cobra gran importancia la localización de estas viviendas, ya que dan cuenta de los sectores de la ciudad no consolidados que requieren inversiones en la provisión de redes de agua y saneamiento así como definiciones de regulación acerca de la ocupación de suelos no servidos. La incorporación de este componente en el déficit cualitativo aporta una visión más compleja e integral del problema y fortalece la idea de analizar la cuestión de la vivienda integrada en la ciudad.
El segundo componente del déficit, el hacinamiento crítico (más de tres personas por cuarto), es el que afecta a menor número de hogares, pero es el único de los componentes que aumentó tanto en términos absolutos como en porcentuales, por arriba de la tasa de crecimiento general de los hogares. Este componente da cuenta de las dificultades de adecuación de las viviendas a las necesidades de los hogares.
En cuanto al tercer componente del déficit, si bien el número de casas tipo B (o recuperables) se redujo, tanto en términos absolutos como en su participación porcentual, continúa representando el principal factor del déficit cualitativo. Las casas tipo B son aquellas que requieren mejoras en los materiales que las componen, lo que orienta posibles líneas de intervención pública. Esta situación sugiere que, en los períodos observados, las familias pudieron destinar parte de sus ingresos a la mejora y acondicionamiento de esas unidades y que las políticas públicas influyeron en este aspecto en todo el país. La reducción del número de viviendas recuperables se puede interpretar conjuntamente con la reducción de las viviendas irrecuperables ya que ambas tendencias muestran una mejora significativa de la calidad del conjunto total de viviendas.
El análisis del déficit habitacional en términos cualitativos a nivel de las regiones revela que todas ellas experimentaron mejoras en este indicador, con una reducción de los hogares en situación de déficit. La tendencia del último período ha sido hacia una reducción importante de los hogares deficitarios, aunque las regiones del norte del país continúan siendo las que presentan las condiciones más desfavorables.
La revisión de los datos por Provincias da cuenta de la persistencia de las desigualdades entre las provincias del norte y las patagónicas, en ambos extremos de la escala. Aunque el dato más relevante es que fueron especialmente las provincias del norte del país las que experimentaron la mejora más notable del indicador, en tanto que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es la única jurisdicción en la que se incrementó el déficit. En una escala de mayor detalle, los departamentos revelan las heterogeneidades provinciales con valores máximos y mínimos que se acercaron en el último relevamiento censal.
Finalmente, el análisis del indicador en relación con el sistema urbano (ver "Jerarquía Urbana") muestra dos rasgos destacados. Por un lado, la ampliación de los valores de déficit en relación con la menor jerarquía de las localidades; es decir, las localidades con funciones más restringidas en su alcance territorial son las que tienen porcentajes más elevados de carencias. Por otro lado, el caso de la Región Metropolitana de Buenos Aires es muy particular, ya que representa el nivel 1 de la jerarquía pero tiene un porcentaje elevado de déficit habitacional cualitativo. Esta situación debe analizarse, complementariamente, en función de una gran diversidad en su organización interna que incluye municipios con valores muy aceptables junto con otros con grandes deficiencias.
DÉFICIT HABITACIONAL CUALITATIVO SEGÚN PROVINCIA
Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC (2001 y 2010).
COMPOSICIÓN DEL DÉFICIT HABITACIONAL CUALITATIVO
Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC (2001 y 2010).
DÉFICIT HABITACIONAL CUALITATIVO POR REGIÓN
Fuente: Elaboración propia con datos del INDEC (2001 y 2010).
Para los agrupamientos provinciales: Ver: Provincias por Región)
DÉFICIT HABITACIONAL CUALITATIVO. LOCALIDADES URBANAS (MÁS DE DOS MIL HABITANTES) POR JERARQUÍA
Fuente: Elaboración propia con datos del datos del INDEC Censo 2010.