Al considerar la cantidad de ingresos familiares necesarios para acceder a una parcela tipo (de 300 metros cuadrados) en áreas de expansión, se puede observar que las ciudades de Corrientes, Posadas, Paraná y San Juan (de menor a mayor en valores del indicador), mantienen durante los cuatro años la misma posición relativa entre sí mismas. Como detalle puede decirse que las ciudades cuyos valores de accesibilidad aumentan (o sea, más ingresos familiares necesarios para comprar unidad tipo) entre 2004 y 2007, luego bajan entre 2007 y 2010 y viceversa.
Corrientes, en el balance final, casi no muestra cambios: para el segundo cuartil (mediana), siguen necesitándose 10 ingresos familiares para comprar un terreno en el área de expansión. Posadas muestra una leve mejoría: pasa de 15 a 12 ingresos mensuales. Paraná empeora mínimamente (pasa de 16 a 18 y San Juan muestra el mayor retroceso en accesibilidad al suelo (dentro de este grupo de ciudades), pasando de 20 a 24 ingresos familiares necesarios para adquirir un terreno tipo.
Los casos donde se verifican modificaciones considerables a lo largo del período analizado son Río Grande, Tucumán y Mendoza.
En el caso de la ciudad fueguina pasa de tener en 2004 uno de los valores más bajos para el indicador (en relación a las otras ciudades) a presentar en 2013 el más alto (peor accesibilidad al suelo), necesitándose 31 ingresos familiares mensuales para comprar un terreno tipo (en 2004 se necesitaban 13).
Los ingresos familiares en esta ciudad son los más elevados, ya incluso en 2004 y, además, muestran un crecimiento notable que los lleva en 2013 a más que duplicar los de las otras ciudades. Sin embargo, esto no alcanza para contrarrestar los sorprendentes incrementos del precio de la tierra. Esto explica en gran parte la creciente informalidad en el acceso a la tierra en Río Grande (27 % entre 1991 y 2010).
Tucumán es un caso llamativo. Allí se combina un incremento moderado (en relación a otras ciudades) de los precios del suelo con un fuerte incremento de los ingresos familiares, el mayor de la muestra. De esta forma Tucumán pasa de un valor del indicador de 29 ingresos familiares mensuales necesarios para el segundo cuartil (mediana) en 2004 a 13 en 2013, reflejando una considerable mejora de la accesibilidad al suelo.
Mendoza, por su parte, describe una mejora considerable en términos del indicador. Mientras que en 2004 se necesitaban 30 ingresos familiares mensuales del segundo cuartil para acceder a una parcela tipo, en 2013 este valor decrece a 18. Probablemente, esto pueda explicarse por ser una de las ciudades donde el valor del m2 creció a menor ritmo interanual (con 20,3 % es el segundo valor más bajo de las 8 ciudades analizadas).
El indicador también se ha calculado para otros niveles de ingresos, específicamente, para los cuartiles 1 y 3.
En dos de las ocho ciudades (Tucumán y Mendoza), la evolución de los valores del indicador para el cuartil 1 muestra un considerable mejora entre 2004 y 2013. Para este último año, en Tucumán y en Mendoza se necesitaban 34 y 31 ingresos menos respectivamente para acceder a un lote tipo (de 300 m 2). Asimismo, es en estas ciudades dónde se reduce en mayor medida la brecha de ingresos necesarios entre el cuartil 1 y el cuartil 3 (26 ingresos).
En el otro extremo, Río Grande muestra un empeoramiento en términos de accesibilidad para el cuartil 1. En 2013 se necesitaban 28 ingresos más que en el 2004 para acceder a un lote (o parcela) tipo. De la misma forma es dónde más aumenta (con 14 ingresos) la brecha entre el cuartil 1 y el cuartil 3 en el período de estudio.
EVOLUCIÓN ÍNDICE DE ACCESIBILIDAD POR CUARTIL EN ÁREAS DE EXPANSIÓN, 2004-2013
FUENTE: Elaboración propia en base a relevamientos de clasificados inmobiliarios en periódicos locales y datos de INDEC.